
Acumulación de reservas: el equipo económico que conduce Sergio Massa se apresta a comunicar los nuevos objetivos del plan con el FMI
El Gobierno argentino y el FMI se preparan para anunciar cambios en el acuerdo firmado hace un año para evitar la crisis económica que enfrenta el país debido a la guerra en Ucrania y una fuerte sequía que ha afectado la producción de cultivos, principal fuente de ingresos en dólares de la Argentina.
El objetivo de la negociación es obtener una nueva bocanada de oxígeno y aliviar la presión sobre el Gobierno para acumular reservas en un momento en que los dólares son escasos. Esta sería la tercera flexibilización del programa, que ha sido criticado por ser demasiado "liviano". La meta original del acuerdo era que el Gobierno acumulara 9.800 millones de dólares en reservas netas del Banco Central en 2022 y 2023, pero la sequía ha hecho que esto sea inalcanzable.
Para cumplir con la meta, el Gobierno diseñó el "dólar soja", una medida que el FMI aceptó con renuencia, pero que requiere que haya soja para vender. El Gobierno ya había logrado que el Fondo flexibilizara la meta de reservas de 2022, pero ahora el FMI y el Gobierno anunciarán un nuevo sendero de acumulación de reservas, efectivamente enterrando el acuerdo original diseñado por el ex ministro Guzmán.
El hecho de que el Gobierno haya ido en busca de un cambio de metas es un indicativo de la gravedad del nuevo escenario económico: el Gobierno y los técnicos del Fondo anticiparon que la Argentina incumpliría las metas de marzo y también las de las revisiones siguientes a mediados de este año. El FMI ya había elevado la alarma por las reservas a principios de febrero, luego de que el Gobierno anunciara el programa de recompra de deuda.