
Los chats completos de jueces y funcionarios del macrismo rosqueando con Magnetto
La filtración del contenido de un grupo de Telegram generó revuelo este domingo al quedar expuesto el chat en el que participan cuatro jueces federales, un funcionario de Horacio Rodríguez Larreta, dos directivos del Grupo Clarín y hombres de inteligencia.
El grupo de chat parece haberse creado o al menos utilizado para inventar pruebas y frenar una investigación sobre un encuentro que los integrantes de ese grupo hicieron a la mansión del magnate británico Joe Lewis en Lago Escondido. Lewis tiene importantes inversiones en el sector energético y es uno de los empresarios más cercanos a Mauricio Macri, a quien suele recibir en su mansión patagónica.
La reunión, que el kirchnerismo enmarca en su denuncia de lawfare -es decir la coordinación de macristas, jueces y medios para destruir a Cristina Kirchner-, fue revelada por una nota que publicó Página 12 el 17 de octubre y que derivó en una investigación judicial. De ahí que el motivo central que se debate en el chat es como sortear una investigación judicial incómoda y al mismo tiempo, minimizar su impacto público.
Dádivas, tráfico de influencias, encubrimiento, falsificación de documentos, prevaricato y hasta eventuales tormentos y privaciones ilegítimas de la libertad. Los chats son una extraordinaria confesión de múltiples delitos.
"El avión lo pagamos nosotros. Y fuimos a la casa de mi amigo si ustedes lo creen conveniente, no podemos decir que nos regalaron el vuelo", escribe el usuario que aparece con el nombre del magistrado Pablo Cayssials.
En tanto, un usuario con el nombre de Julián Ercolini, otro juez federal de Comodoro Py, se pregunta: "¿No es más fácil que nos facture Lago Escondido dos noches con media pensión?". "Pero nos facturaron después de ir, no antes. Y ninguno sacó la tarjeta. ¿Pagamos todo en negro?", reflexiona Cayssials.
Una fuente al tanto de los pormenores del escándalo que el teléfono que habrían intervenido, sería el del ministro de Seguridad y Justicia porteño, Marcelo D´Alessandro. Esto abrió por estas horas una preocupación adicional en el larretismo: "¿Qué otros intercambios con otros grupos de poder habrá en ese celular?", se preguntaban. Porque nadie duda que la filtración es el inicio de una zaga, no el final.
Atribuída además por la oposición como una venganza del kirchnerismo, ante lo que consideran es una inminente condena de Cristina Kirchner en el juicio de la denominada causa Validad, el próximo martes cuando el tribunal oral de a conocer su veredicto.
Como sea, uno de los integrantes del chat se limitó a contestar que "es todo un invento" del kirchnerismo "desesperado porque se viene la condena a Cristina". Pero una persona en contacto con otro de los integrantes del grupo confirmó a este medio la veracidad del chat.
Según la información que trascendió inicialmente, los integrantes del chat viajaron en un vuelo gestionado por la empresa Flyzar desde San Fernando a Bariloche, para compartir una estadía en la residencia de Lewis en Lago Escondido. Además, fueron transportados en helicóptero al centro de esquí de Cerro Catedral.
Según se desprende del intercambio de mensajes, para ocultar estos beneficios que podrían interpretarse como tráfico de influencias y prevaricato, decidieron conseguir facturas falsas que mostraran que cada uno había costeado su pasaje y declarar que desde Bariloche viajaron en camionetas a la estancia del magnate inglés, donde también decidieron simular que habían pagado dos días de alojamiento.
Uno de los integrantes del chat se limitó a contestar que "es todo un invento" del kirchnerismo "desesperado porque se viene la condena a Cristina". Pero una persona en contacto con otro de los integrantes del grupo aseguró a este medio la veracidad del chat.
La aparición de los chats motivó la predecible reacción de los diputados kirchneristas, leopoldo Moreau y Rodolfo Tailhade, que suelen seguir de cerca los casos de espionaje ilegal y armado de causas del macrismo. Ellos u otros dirigentes del espacio de la vicepresidente realizarán las primeras denuncias, confirmaron fuentes del kirchnerismo.
Este domingo, el ministro de Justicia, Martín Soria, fue el representante más alto del gobierno de Alberto Fernández en referirse a la filtración. "Los chats posteriores al misterioso encuentro en Lago Escondido entre jueces y camaristas federales, funcionarios de Cambiemos, autoridades del grupo Clarín y ex funcionarios de la SIDE, constituyen la radiografía precisa de la podredumbre del lawfare", dijo.
"La primera reacción de estos jueces y camaristas es plantar pruebas falsas y esconder la verdad; el juez Ercolini, el mismo que elevó a juicio oral una causa armada sin pruebas como la de Vialidad, incitando a sus pares a buscar facturas truchas e inventar coartadas", agregó en una serie de tuits.
En el chat aparecen además de los directivos del grupo de medios, los jueces Cayssials, Ercolini, Pablo Yadarola y Carlos "Coco" Mahiques, integrante de la Cámara de Casación penal gracias a un desplazamiento que ejecutó Macri.
El mencionado ministro de Seguridad y Justicia porteño, Marcelo D'Alessandro; el exjefe de Legales de la SIDE y dueño de una consultora de medios Tomás Reinke y el ex integrante de la SIDE, Leonardo Bergroth, también son parte del grupo.
Luego incorporan al grupo a Juan Bautista Mahiques, procurador General de la Ciudad e hijo del mencionado camarista, que no participó del viaje y con buenos modos se muestra inquieto porque lo hayan sumado. Pero en un audio de Whatsapp que trascendió después -confirmando que se trata del inicio d euna zaga y no del final- Mahíques revela sus contactos con la fiscal rionegrina a cargo del caso, María Cándida Etcheparne, tanteando la posibilidad de que cierre la investigación.
Los integrantes del chat prometen vengarse con quien suponen fue el responsable de filtrar ese encuentro: el jefe de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), José Glinski.
En el intercambio, los integrantes del grupo prometen vengarse de quien suponen fue el responsable de filtrar ese encuentro: el jefe de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), José Glinski.
Según publica El Cohete a la Luna, los chats forman parte de una filtración realizada por hackers en el sitio https://breached.vc/, que pidieron 600 dólares a pagar en las criptomonedas Bitcoin o Monero, por 500 MB de información.
En el grupo se discute también la posibilidad de hablar con distintos periodistas -Ercolini menciona a una periodista de La Nación- para que no cubran el tema o para que se enfoquen en que fueron víctimas de un espionaje ilegal, que en efecto lo fueron. Sin embargo, esa opción presenta el inconveniente de confirmar la veracidad de lo revelado.
El escándalo tiene tantas ramificaciones, que incluso un dato del chat generó incomodidad en el kirchnerismo: entre las personas que los integrantes del grupo acuerdan contactar para controlar la información aparece Julián Leunda, a quien se refieren como enlace con Fabián de Souza, responsable de C5N. Según dicen, Leunda les prometió que la señal de noticias no destacaría el tema.
Leunda es un funcionario del gobierno nacional y se desempeña como vicejefe de Asesores de Presidencia. Con apenas 31 años, quedó a cargo de los medios de comunicación de Cristóbal López durante el macrismo, cuando el empresario patagónico y De Souza, estuvieron presos por evasión fiscal.