Nada: el último discurso de Alberto Fernández como Presidente ante la Asamblea Legislativa no contuvo una sola propuesta de gobierno
El Presidente Alberto Fernández, inauguró el último período legislativo de su mandato con un discurso que reflejó un tono de despedida. Durante su discurso, denunció a la justicia por "inhabilitar" a la vicepresidenta, Cristina Kirchner, y atacó fuertemente a la Corte Suprema, que envió como representantes a su presidente, Horacio Rosatti, y al antecesor, Carlos Rosenkratz. También reivindicó el juicio político en su contra que lleva adelante la Cámara de Diputados.
Fue la primera vez en seis meses que Alberto y Cristina se encontraron, y fue la última sesión preparatoria de la vicepresidenta como tal. Alberto habló dos horas, intentando resaltar su figura y su gestión, cuestionar las críticas de opositores y medios de comunicación, acercar posiciones con la vicepresidenta y redoblar su apuesta contra la Corte.
El presidente criticó a la Corte Suprema por asegurar en una cautelar a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires recursos coparticipables que no le corresponden, contrariando la ley de coparticipación vigente. Alberto se equivocó al decir que esto le quitaba dinero a "los que más necesitan" cuando quiso decir "los que menos necesitan". Esto generó un gran abucheo por parte de la oposición y aplausos por parte del oficialismo.
El momento más tenso fue cuando el presidente señaló con el dedo índice a Rosatti y Rosenkratz, sin lograr que diesen vuelta la cara, para destacar que la ciudad no tiene acceso a la coparticipación y si se transfiere un recurso, como fue la seguridad en 2016, debe recibir fondos directos de la Nación. También denunció que el Poder Judicial "hace tiempo que no cuenta con la confianza pública, no funciona eficazmente y no se muestra con la independencia requerida frente a los poderes fácticos y políticos".
En el discurso, Alberto también acusó a la Corte por el fallo que le permitió controlar el Consejo de la Magistratura, que casi no se reunió desde que volvió a ser presidido por el máximo tribunal. El presidente jactó de que en su mandato "el personal de inteligencia del Estado ya no se vincula con los jueces" y "los recursos de la Agencia Federal de Inteligencia son públicos. No existen operadores que en nombre del gobierno compren voluntades judiciales".
La oposición se mostró crítica con el discurso del presidente, y el legislador más exaltado fue Fernando Iglesias, del PRO, quien se paró para insultar al presidente. Los legisladores de Evolución radical, liderados por Martín Lousteau, se fueron del recinto en señal de protesta. Los gobernadores se encontraban del otro lado del estrado y estuvo presente Horacio Rodríguez Larreta, pero no el bonaerense Axel Kicillof. Sergio Massa siguió la sesión desde la bandeja superior.